A la luz de unos acontecimientos recientes, el caso de un actor español que fue acusado de matar accidentalmente a un hombre con veneno de sapo durante un supuesto ritual chamánico, sentimos la necesidad de hablar del temita de siempre: la apropiación en la espiritualidad y el esoterismo. Ya hablamos de ello hace años cuando tratamos de la polémica de la Ayahuasca y la Senda de los Venenos, pero parece que es hora de abordar este tema nuevamente.
El caso de Nacho Vidal y el veneno de sapo es de hecho bastante simple: el actor español supuestamente administró veneno de sapo en polvo a un hombre como parte de un ritual de curación. Vidal afirmaba ser un conocedor en la sustancia, y decidió oficiar un ritual con ese veneno para a un individuo que desafortunadamente murió como resultado de complicaciones inducidas por la toma de ésta. Vidal argumentó que estaba tratando de ayudar a la víctima, su amigo, a superar una adicción a las drogas: dijo que él mismo había probado el veneno de sapo y que le había cambiado la vida. Entonces, en pocas palabras, Vidal utilizó una sustancia enteogénica que formaba parte de ceremonias iniciáticas, y la utilizó de forma terapéutica. En entrevistas previas al incidente, dijo: “Quiero que la gente experimente lo mismo que yo experimenté”. Desafortunadamente, la ceremonia de curación tuvo un resultado fatal, y Vidal no supo reaccionar a tiempo cuando vio los efectos que la droga estaba teniendo en su amigo. Aunque el caso de Vidal es un poco extremo, también es representativo de lo que queremos hablar hoy, tanto por las causas que llevaron a desencadenar el incidente como por sus secuelas.
Las raíces de la apropiación: el atractivo del exotismo y el desprecio por nuestro entorno
La apropiación hace uso de una sustancia, una idea, una creencia espiritual, un concepto cosmológico, lo saca de su contexto original y lo coloca en un marco cultural diferente, generalmente en el de una cultura que en su momento abusó de la primera, en beneficio de una persona o colectivo. los ejemplos son abundantes: desde blancos occidentales practicando o vendiendo hechicería de raíz africana o de la diáspora, pasando por el uso de plantas y sustancias en declive por parte de no iniciados en una tradición, hasta el abuso y monetización de la Ayahuasca con ánimo de lucro, etc.
La apropiación tiene muchas caras, y la mayoría de ellas son bastante evidentes, como tomar deidades y ponerlas fuera de contexto, usar ropajes ceremoniales como disfraz, pero también hay ejemplos de apropiación más sutiles pero igualmente destructivos: una cosa tan simple como el uso actual que se hace de plantas vulnerables y en peligro como la Salvia Blanca o el Palo Santo, por ejemplo, plantas que originalmente estaban vinculadas a comunidades que han sufrido el abuso por parte del mundo occidental durante mucho tiempo y que ahora se comercializan entre los colonizadores. Pero el mercado de la salvia blanca y el Palo Santo no solo daña la cultura en la que se utiliza legítimamente, sino que también daña el ecosistema en el que crecen tales plantas, ya que las demandas del mercado no pueden ser satisfechas por el nivel de producción actual. Globalizar ciertos aspectos de la espiritualidad puede llevar a consecuencias más graves de lo que pudiéramos pensar.
Pero, ¿por qué existe la apropiación? Después de pensarlo, llegamos a la conclusión de que la apropiación es resultado de la ignorancia. Por ejemplo, en el hecho de usar salvia blanca en peligro de extinción para “limpiar” espacios en lugar de, por ejemplo, usar tomillo, que se ha empleado desde la antigüedad en las tradiciones occidentales para asustar epidemias o disuadir la muerte. Pero también, porque ignoramos el que la salvia blanca está en peligro de extinción, y que ha sido venerada y empleada ritualmente como parte de las ceremonias religiosas por una cultura que rechaza el uso actual que hacemos de esta y que se esfuerza por cultivarla y hacerla crecer.
Otro problema que surge como consecuencia de la apropiación en la espiritualidad y el esoterismo es el hecho de que, al apropiarnos de otras cosas o ideas, no estamos reconociendo nuestra herencia y corremos el riesgo de perder el contacto para siempre una valiosa fuente de conocimiento y experiencia. Está en nuestras manos revertir la situación e intentar conectar con nuestro entorno. No estoy hablando aquí de encontrar motivos que legitimicen lo que practicamos o de inventar tradiciones, porque esto es ya problema de cada uno, pero debemos respetar y reconocer al territorio en el que vivimos ahora, hoy. La tierra que te da la comida que comes y el agua que bebes, y los espíritus que te rodean todos los días. No reconocerlos simplemente nos lleva a la pérdida irremediable de un tesoro imposible de reemplazar.
Sincretismo o apropiación: ¿dónde empieza una cosa y termina la otra?
Es cierto que el contacto con ideas y conceptos ajenos hace que las culturas avancen; la innovación es parte del progreso y nunca podremos innovar si no estamos abiertos a la inspiración o las ideas de los demás. Pero aclaremos las cosas, la apropiación no equivale al sincretismo. Mientras que el sincretismo (ya sea cultural, religioso o estético) es el resultado de un proceso natural de adaptación e intercambio orgánico, la apropiación nace de la deshonestidad y la ignorancia. Estudiar, investigar o tratar de comprender una cultura difiere de usar esto solo porque quieres hacerlo, porque es moderno o llamativo, porque quieres ganar fama, prestigio, o dinero con ello.
Imaginemos que vivimos en Francia y decidimos trabajar con el jaguar como guía espiritual porque hemos tenido un sueño especialmente relevante esta noche. Al embarcarse en un viaje espiritual, la intuición y las respuestas emocionales juegan un papel crucial, por supuesto, pero una vez que se ha escuchado la llamada, es el momento de investigar un poco y tratar de comprender la naturaleza de esa llamada (este sueño no tiene porque ser un indicador iniciático, podría nacer de ego, por influencias externas, por una multitud de razones). Todos sabemos que mola mucho tener un jaguar como guía espiritual, pero nuestra responsabilidad como seguidores de un camino es tratar de saber qué significa esa llamada y qué precio debemos pagar para seguir esa llamada. Si realmente sentimos que el jaguar es nuestro guía espiritual, ¿no deberíamos tratar de comprender dónde vive, su entorno natural, el papel mitológico y cosmológico de este animal en su cultura? ¿No deberíamos al menos intentar comprender todo el ecosistema al que pertenece este animal en lugar de simplemente sacarlo de su hábitat e introducirlo en nuestro sistema? ¿Y si tan poderosa ha sido esa llamada, de hecho, qué hemos hecho para responderla?
Es sorprendente que a veces afirmemos con la boca llena que honramos la naturaleza y los espíritus que residen en ella, pero al mismo tiempo seamos incapaces de conectar con nuestra senda porque nunca hemos estado en el lugar donde las creencias que seguimos tienen su base, o que afirmemos pertenecer a una tradición determinada que en realidad fue destruida por nuestros propios ancestros, o al decir que estamos en comunión con un espíritu vegetal enteogénico mientras ignoramos o subestimamos la cosmología de la que surgió.
Por último, hay un precio espiritual que deberemos pagar cuando nos apropiamos de un camino espiritual en el que no solemos pensar, pues este nivel de autoengaño puede volverse en nuestra contra severamente: los espíritus o practicantes legítimos de la tradición apropiada pueden ofenderse por nuestras acciones, y lo mismo podría suceder con nuestra tierra, que tan erróneamente hemos ignorado, cerrándose a nosotros para siempre.
En caso de duda…
La única forma de detener la apropiación es el conocimiento y el pensamiento crítico, simple y llanamente.
Podríamos, por ejemplo, hacernos estas preguntas y responderlas con sinceridad:
- ¿Por qué me interesa esa tradición?
- ¿Cómo se relaciona esta tradición conmigo?
- ¿Soy parte de la solución o del problema?
- ¿Estoy obteniendo beneficios (monetarios o mediáticos) de una tradición a la que no pertenezco legítimamente?
- ¿Cómo me reconoce esta tradición a mí?
- ¿Estoy usando excusas (globaliazación, multiculturalismo) para legitimar mi práctica de una tradición a la que no pertenezco?
- ¿Estoy incorporando aspectos de una tradición que no es la mía en mi práctica mientras tengo acceso a un equivalente local de algún tipo?
Un daño colateral de la apropiación que siempre ignoramos: ¿qué tal si lo demonizamos todo?
Volviendo al incidente del veneno de sapo, después de que arrestaran a Vidal y los medios empezaran a hablar sobre el caso, muchos “expertos” en drogas empezaron a aparecer en los medios diciendo que el veneno de sapo era en realidad DMT (recordad que el veneno de sapo es en realidad 5‑Meo-DMT). Esto llevó a una gran cantidad de periodistas a investigar sobre el llamado tráfico de DMT, refiriéndose al veneno de sapo como “la molécula de Dios”, y calificando al DMT como una droga fatal, advirtiendo a la gente sobre la venta de DMT en el mercado negro con fines chamánicos. Vamos, liándola parda. Desde entonces, el término chamanismo ha sido usado en los medios generalistas como sinónimo de charlatanería o prácticas curativas fraudulentas.
Al apropiarnos de las creencias y prácticas espirituales de una cultura colonizada o abusada, contribuimos a la demonización de esas mismas creencias y prácticas que afirmamos respetar y seguir. En lugar de simplemente usar una tradición como insignia para demostrar que somos la bomba ¿por qué no ayudar a sus practicantes legítimos y a los receptáculos originales de esa tradición que tanto respetamos?
A modo de conclusión
Nos llenamos la boca diciendo que somos una comunidad, ¿verdad? ¿O es solo una palabra de moda? Pues como comunidad, tenemos la responsabilidad de comunicarnos de la manera más honesta y clara que podamos: tenemos la obligación de elegir las palabras correctas, saber por qué hacemos lo que hacemos, y asegurarnos de que somos coherentes con lo que decimos.
Mucho se habla de defender a los indefensos y, sin embargo, nos olvidamos de las tradiciones, los espíritus, las plantas, los animales o incluso los minerales (no me tiréis de la lengua sobre cómo los minerales tienen orígenes dudosos). La apropiación puede llevar consigo resultados fatales como la demonización, la prohibición, o incluso la destrucción de otras tradiciones si no prestamos atención. Es nuestro deber como practicantes ser honestos con las sendas que seguimos y no dejar que los usos fraudulentos pasen desapercibidos.